
Soneto alejandrino de la humillación suplicante
Mátame si te place, retuérceme las tripas
justo antes de arrancarlas y atármelas al cuello,
dime que amoratado ya no me ves tan bello,
ansío que te lances y ver cómo lo flipas.
Quiero saber qué sienten las cáscaras de pipas:
cáscame entre tus dientes, mira cómo me estrello
contra el suelo y me aplasto pegado como un sello.
Hazme padre celoso viendo que te emancipas.
Relléname los poros de la piel con agujas,
estudia manuales de diablos y de brujas,
sé una profesional del arte del martirio.
Te impelo a que me vejes ¿acaso te hablo en sirio?
Con tal de resarcirme dejaré que me amarres:
Me ofrezco en sacrificio para tus aquelarres.
29 de Mayo de 2008
6 comentarios:
te faltó que se cage encima tuyo...
poco más puede hacer...
que duro eres!!
genial
jajasiempre se puede vaer más bajo john, no lo olvides.
De todas formas creo que las rimas le dan un contrapunto casi de jovialidad al asunto que espero que funcione
bueno este es uno de esos que rozan la genialidad...por lo irónico, original,ingenioso, inteligente, impactante,nada pretencioso, absolutamente fluido, divertido y fresco.
he dicho.
Tere.
joer tanto? jejeje. sigo contestando que ya veo que hoy no has parado Tere.
Intuyo que la sublime composición de "Académica Palanca" que recordamos la semana pasada en el "CaraLibro" ha tenido algo que ver...
Ja, ja. Bueno en todo caso sería desde el otro punto de vista. Pero algo puede haber influído. Qué ilusión volver a mover esto, madre mía.
Un abrazo.
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