viernes, 16 de mayo de 2008

Soneto alejandrino del miedo del guardameta ante el penalti


Soneto alejandrino del miedo del guardameta ante el penalti

Me quedo como siempre sin entrar y a las puertas,
sin saber qué me frena, qué inexistente muro
me impide dar el paso final, firme, seguro
-quizá si no las cruzo continuarán abiertas-.

Tanta tribulación sin atisbar certeza
(el árbol en los morros hace que el bosque oscuro
parezca y, sin embargo, hay un fruto maduro
-que ciega luminoso- detrás de la maleza).

Sesión para un cliente sin sexo aunque con sado
culmina así mi vida, carente de sentido:
desisto, como ahogado a orillas de la cala.

Portero que en el último momento del partido
detiene con sus guantes balón endemoniado:
el mundo está en mis manos pero se me resbala.

16 de Mayo de 2008

1 comentario:

Raúl Sánchez dijo...

Es lo que tiene el ir a piñón fijo, hoy día 9 acabo de darme cuenta de que en segundo cuarteto no riman el primer y último verso con los del primero. Imagino que lo dejaré porque tampoco pasa nada pero joder, que ni siquiera me hubiera fijado...