lunes, 21 de abril de 2008

Soneto alejandrino en verso blanco de los restos del ruido y la furia


Soneto alejandrino en verso blanco de los restos del ruido y la furia

Qué queda finalmente si hacemos inventario
de aquello que pudimos sentir lejano un día
a costa de encontrarnos como ahora mismo estamos
firmando un armisticio que no respetaremos.

Qué queda –te decía- que no hayan arrasado
tus corrosivas lágrimas de puta arrepentida
o el vendaval hiriente, tormenta de improperios,
de azufre y de langostas con que perdí los nervios

diciéndote que nunca jamás olvidaría
el daño que me hacías con lo que confesabas
volviendo tus afrentas perennes tatuajes.

Qué queda, no contestas, tampoco lo sé yo
-obviando la hendidura del golpe en la pared-:
no puede quedar nada de lo que nunca fue.

21 de Abril de 2008



5 comentarios:

Raúl Sánchez dijo...

A ver qué tal este que con lo borde que está el personal seguro que os gusta jejeje. El último terceto aunque me gusta el sentido me falla un poco porque 'canta' no sé si me explico, demasiado musical, pero espero que no empañe el poema.
Un abrazo

Anónimo dijo...

En el tercer verso del primer terceto no te has quedado corto? Para mis cuentas falta una¿?

Vaya, precisamente lo que tu crees que lo puede estropear es lo que mas me gusta.

Es que no tengo remedio.

Raúl Sánchez dijo...

No, salen catorce si no se hace diptongo en 'tatuaje' es decir se cuenta como 'ta-tu-a-je' en vez de 'ta-tua-je' además es lo normal ya que la palabra en sí se pronuncia haciendo hiato pero por licencia podría hacerse diptongo si lo necesitara la métrica.
Aclarado eso ¿te gusta el poema (el poema, digo, que no la situación)aparte del final? Ya me dices.
Un abrazo

Anónimo dijo...

Si, me gusta, y como te decía en mi comentario anterior , lo que mas me gusta es la "musicalidad" que a tí te parece que lo "empaña", el segundo cuarteto el mejor (desde mi punto de vista).

muask.

Tere.

Raúl Sánchez dijo...

ja ja gracias, yo lo de la musicalidad digo que lo empaña en este caso en concreto es en el último terceto porque 'canta' y no creo que es lo que pida el poema, pide una cierta sobriedad casi agresiva que se consigue mucho mejor como señalas en el segundo cuarteto por ejemplo. La escena del último es bastante impactante -un golpe en la pared tras una disputa por desviar objetivos, algo tristísimamente muy frecuente, aunque preferible a que el objetivo se atine- y por eso no me parecía muy adecuado una cierta levedad e ingravidez que a mí por lo menos me desprende el final del poema.
Un abrazo!