jueves, 4 de noviembre de 2010

La venda antes de la herida

 

La venda antes de la herida

No soy capaz de amarte y es por eso
que trato de tratarte con desprecio
fingido, exagerado, inmerecido,
que no te haga albergar más ilusiones.

Repite ahora conmigo 'No te quiero,
te odio desde el fondo de este infierno
en que los dos ardemos sin mezclarnos
y un viento helado esparce las cenizas'.

Repítelo conmigo y convencida,
que no haya ni una lágrima que aporte
la más mínima duda a tu entereza.

Yo quiero que comprendas cuanto antes
que nada bueno dura: los satélites
de golpe han de caer cual meteoritos.



5 comentarios:

alberto dijo...

bueno, ya sabes lo que dicen: lo bueno, si breve...

de todas formas, el problema no es de ella, sino de él.

Raúl Sánchez dijo...

Por supuesto.
Y encima el cabrón parece que por confesarlo queda como un señor.

alberto dijo...

Mi parte favorita es "Repítelo conmigo y convencida", manipulación sentimental absolutamente brutal.

Estupendo.

Raúl Sánchez dijo...

Gracias.

Raúl Sánchez dijo...

Ah! la imagen es de Roy Lichtestein. Imagino que no hace falta ni citarlo.