martes, 2 de noviembre de 2010

Guardar las formas

Guardar las formas 

Pasan sin ti los días, se acostumbra
uno a volver -un tanto cabizbajo-
a ese refugio gris donde le esperan

vacíos recipientes de tu estancia:

las fotos donde ya no sobresales
-borrosa o a lo lejos, semioculta-
como una obra maestra en una sala
de la pinacoteca más mediocre,

los discos con canciones que ahora suenan
sin tu acompañamiento susurrado
igual que este poema mal medido

(sin nada que decir pues sólo queda
-después de que exiliaras con tu ausencia
el alma de mi vida y de mis versos-

la forma, maquinal, triste, monótona).

1 comentario:

Raúl Sánchez dijo...

Una amiga me dijo de este poema algo así como 'Éste sí que es bueno', supongo que por cariño no añadió el elíptico 'no como los otros' je,je. En todo caso lo considero uno de los mayores cumplidos.