Soneto alejandrino a Enrique Morente y Lagartija Nick interpretando Poeta en Nueva York
Morente como el rey de la selva se impone
sacando pecho al mundo que mató a Federico,
lanzando una sonora patada en el hocico
de los que hacen que el arte se agoste y se acartone.
Inyecta en el flamenco para que evolucione
sabia vivificante con la que me intoxico.
Engendra vendavales con un roto abanico.
Enjambre en los oídos. Bomba en el sonotone.
Y en la primera fila de uno de sus conciertos
siento que me traspasa la procesión de muertos
que pedía silencio en los versos de Lorca
para que no los oigan y sigan inconscientes
los seres que vacilan insomnes y las gentes
que traen en la corbata el nudo de la horca.
8 de Junio de 2008